Llorar es a veces tan facil. Y a veces aun cuando uno quiere llorar, cuando llora, no es suficiente, no es lo que uno necesita. Lloro pero sin embargo la angustia se queda ahi. Es una tristeza antigua, astuta. Te acompana disfrazada de otra cosa para que la sientas pero no la veas. A veces miramos a los demas a los ojos y no nos damos cuenta de que a quien estamos viendo, es a ella. O peor aun, algunas veces, estamos viendonos nosotros mismos. Nuestras almas heridas o vacias. Nuestros corazones fundidos y reciclados a veces convertidos en cosas completemente inverosimiles o increibles ya que tenemos que invertarnos a nosotros mismos, nuestros sentimientos, valores, metas y pasiones, diariamente para poder sobrevivir. Para no perder la cordura.
Recientemente descubri que mi alma vuela. Eso me gusta porque cuando mi alma vuela, mi ardiente corazon siente alivio. La fiebre existencial de mi mente, la que consume mi cuerpo con ardor, se apaga, se disipa; cuando dejo a mi alma volar. Me siento que me tomas de la mano y me llevas a remontarme a lugares que habia visto pero creia que ya no existian. Entonces vuelvo a llorar, sin saber por que. Sin saber si es de alegria o de tristeza porque es mas bien un llanto de desahogo, de catarsis, de salir corriendo, de vaciado. Puede ser que ahora llore porque me siento feliz de que hayas puesto mi alma a volar. Es como volver a sonar. Lloro por eso tambien porque no se lo que es sonar realmente hace mucho tiempo y ahora quiero volverlo a hacer, pero tambien lloro proque temo que al remontarme a las alturas de esos suenos mis alas tan delicadas se rompan y caiga nuevamente. Mi corazon tan mendado y reciclado, sufriria irreparablemente y creo que moriria. Tendria que reemplazarlo por uno de plastico, de madera o tal vez de piedra. No me queda nada mas que hacer que simplemente seguir llorando. Pero prefiero seguir Volando. No me dejes caer por favor.
